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Caravana Literaria Fluvial

Performance ciudadana realizada el 24 de Febrero de 2023

Un paseo en torno a la Isla Orrego se transforma en un acto que resignifica el turismo tradicional llenando el espacio con lecturas de poemas y música con guitarra y vihuela. Los versos impresos en papel de envolver se transforman en una flota de barcos de papel que pone de manifiesto que, ante la precariedad que experimentamos ante las fuerzas de la naturaleza, la palabra nos sostiene.

Muestra de algunos de los poemas leídos por los asistentes

Y, ahora, recordando mi antiguo ser, los lugares que yo he habitado,

y que aún ostentan mis sagrados pensamientos,

comprendo que el sentido, el ruego con que toda soledad extraña nos sorprende

no es más que la evidencia que de la tristeza humana queda.

 

O, también la luz de aquél que rompe su seguridad, su consecutiva atmósfera,

para sentir cómo, al retornar, todo su ser estalla dentro un gran número,

y saber que "aún" existe, que "aún" alienta y empobrece pasos en la tierra,

pero que está ahí absorto, igual, sin dirección,

solitario como una montaña diciendo la palabra entonces:

de modo que ningún hombre puede consolar al que así sufre:

lo que él busca, aquéllos por quienes él ahora llora,

lo que ama, se ha ido también lejos, alcanzándose.

AZUL DESHABITADO

Omar Cáceres

1906 – 1943

TERRITORIO DEL FUEGO

Gladys Thein

1911 - 1968

Miro a mi corazón y me aterra su nueva contextura

y el color de la última uva olvidada en sus vides.

Miro a mi corazón y a su ancho silencio pavoroso

y un hielo de mortales corrientes me circunda.

 

Miro a mi corazón y a su isla de desiertas arterias,

y de túneles donde la voz no penetra las sombras,

miro a mi corazón y a su espacio de inservibles praderas

en donde no ha quedado ni el espectro de un árbol.

 

Palpo a mi corazón y detengo la noche de su huida

y hablo del ángel y mi acento se cubre de tinieblas.

Palpo a mi corazón

y mi mano adelanta su incipiente ternura

y no es más que la mano descarnada de un muerto.

​RÍOS

Manuel Francisco Mesa Seco

1925 – 1991

Ríos de soledad

y ríos de tristeza.

Hay hombres que son ríos

silenciosos y claros.

 

Adentro hay muchos ríos

sollozando en la niebla.

El murmullo del alba

los rompe en rebeldías.

 

Ríos que deshojan

en días de conciencia.

Que enmudecen al mundo

en ladridos de piedra.

En mis ríos cantaban

sangres de muchos hijos.

Mañana el sol de nuevo

navegará en sus aguas.

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COMO INVISIBLE AGUJA

Matías Rafide

1929 – 2020

Como invisible aguja que perforara el alma,

hacen sangrar mi vida los latidos del mundo;

y el abismo infinito envenena mis aguas.

 

El grito embravecido de la cantera humana

se clava en mis arterias abriéndome una herida.

 

Las sombras sonámbulas se llegan a mi almohada

y ahuyentan de la noche, mi anhelo de silencio.

 

Están mis pies llagados;

he sentido el cansancio de rutas extraviadas.

 

El vino de la angustia, el que embriaga la tierra

lo ha sorbido mi boca, mi boca atormentada.

 

El viento enloquecido

penetra hasta lo hondo mis carnes desgarradas.

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MAULE PROPIO

Leónidas Rubio  1970

FOGÓN

Efraín Barquero

1931 – 2020

Nunca apagaron el fogón,

donde hervía un agua oscura.

 

Nuevos leños fueron arrojados

por dos manos ocultas en la sombra.

Nuevos baldes se trajeron

llenos de agua y de misterio.

 

Un trozo de carne fue asado.

Un pan surgió de las cenizas.

Un rito de azúcar quemada

hizo más antiguo el silencio.

 

Pero nadie se movió de la orilla.

 

Ni supe cuántos eran:

el humo los envolvía como en sueños.

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TERRITORIO DEL FUEGO

Gladys Thein

1911 - 1968

Miro a mi corazón y me aterra su nueva contextura

y el color de la última uva olvidada en sus vides.

Miro a mi corazón y a su ancho silencio pavoroso

y un hielo de mortales corrientes me circunda.

 

Miro a mi corazón y a su isla de desiertas arterias,

y de túneles donde la voz no penetra las sombras,

miro a mi corazón y a su espacio de inservibles praderas

en donde no ha quedado ni el espectro de un árbol.

 

Palpo a mi corazón y detengo la noche de su huida

y hablo del ángel y mi acento se cubre de tinieblas.

Palpo a mi corazón

y mi mano adelanta su incipiente ternura

y no es más que la mano descarnada de un muerto.

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LOS IDUS DE MARZO SOBREVIVEN

(Fragmento)

Juan Mihovilovich

1951

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SIN RESPIRO

Marcela Albornoz Dachalet

1962

Está oscuro

apenas hay una tenue luz en mis muslos

y ya no tengo voz para decirte cosas al oído

nuestras sombras se mojan con la lluvia

de mis piernas

adivinando en la oscuridad

la lengua pide redención

y apura el silencio o el grito

no hay respiro por un instante muero

en blanco

en paisaje

en lluvia

en celo

en cielo

 

los huesos vuelven a su lugar

y la piel se florece de tanta humedad

un silencio de aguas

un beso de luz

para tanta oscuridad.

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